Aventura de líneas (1954)  

Esculpido por Cuco en el orden de: , ,


Cuando vi la primera exposición de Paul Klee, volví, lo recuerdo, encorvado bajo un gran silencio.

Insensible a la pintura, lo que veía en ella, no lo sé muy bien. No me interesaba saberlo, feliz de haber atravesado la barrera, en el acuario, lejos del filo.


(...)


Las locas de la enumeración, de las yuxtaposiciones hasta perderse de vista, de las repeticiones, de las rimas, de la nota indefinidamente repetida, creando palacios microscópicos con la proliferante vida celular, pequeños campanarios innumerables y en un simple jardincillo, entre miles de hierbas, el laberinto del eterno retorno.

Una línea se encuentra con otra línea. Una línea esquiva otra línea. Aventuras de líneas.

Una línea por el placer de ser línea, de ir, línea. Puntos. Polvo de puntos. Una línea sueña. Hasta entonces nadie había dejado que una línea soñara.

Una línea aguarda. Una línea espera. Una línea vuelve a pensar un rostro.

Líneas de crecimiento. Líneas a la altura de una hormiga, pero nunca se ven hormigas. Pocos animales en los templos de esta naturaleza, y únicamente una vez retirada su animalidad. La planta se prefiere. El pez meditabundo es aceptado.

He aquí la línea que piensa. Otra cumple un pensamiento. Líneas de envite. Líneas de decisión.

Una línea se encarama. Una línea va a ver. Sinuosa, una línea de melodía atraviesa veinte líneas de estratificación.

Una línea germina. Otras mil a su alrededor, preñadas de brotes: césped. Gramíneas en la duna.

Una línea renuncia. Una línea descansa. Parada. Parada con tres grapas: un hábitat.

Una línea se encierra. Meditación. Algunos hilos salen de ella aún, lentamente.

Una línea divisoria allí, una línea fronteriza, más lejos la línea-observatorio.

Tiempo, Tiempo...

Una línea de conciencia se ha vuelto a formar.

Se las puede seguir mal o bien, sin temor de que alguna vez nos lleven a la elocuencia, siempre evitada, siempre evitado lo espectacular, siempre en la construcción, siempre en el proletariado de los humildes constituyentes de este mundo.

Hermanas de las manchas, de sus manchas que aún parecen maculadoras, llegadas del fondo, del fondo del que vuelve para retornar, al lugar secreto, en el vientre humilde de la Tierra-Madre.

Me detengo. A Paul Klee no debía gustarle que uno desvariara. Demasiado goethiano como para eso. Su atención relojera a lo medible no le habría permitido apreciar que se caminara, para acompañarle, de manera tan imperfectamente paralela.

Para penetrar en sus cuadros y de entrada, nada de esto, afortunadamente, importa. Basta con ser elegido, con que uno mismo haya guardado conciencia de vivir en un mundo de enigmas al que también en enigmas es como mejor conviene responder.

Con la suavidad de la seda un aterrizaje sobre playa de papel.

Y siempre a la llegada un no se qué descontraído...en absoluto occidental.



ESCRITOS SOBRE PINTURA. Henri Michaux

This entry was posted on domingo, octubre 19, 2008 at domingo, octubre 19, 2008 and is filed under , , . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

1 Arquitrabadas

Te estas volviendo un erudito. Chachi, tendremos una buena e interesante charla ante birras y canutos cuando te dignes a venir a vernos.
¡Un abrazo!

21 de octubre de 2008, 1:48

Publicar un comentario